El partido de ayer el Real Jaén cambia el sentido de la actualidad, y abre un nuevo horizonte
El caso es que, cuando las personas, cansadas de estropicios, rehuimos enfrentarnos a los problemas y dejarlos a un lado para no estar todo el día enrollados en ellos, entramos en un especie de sopor y languidez, en un estado de qué se le va a hacer. En esas épocas en las que las cosas vienen mal y continúan de esa manera un día y otro sin que se vislumbre el momento en el que van a cambiar, acabamos teniendo una especie de hastío y desánimo que agota hasta las palabras. Así, de esta forma, estábamos ya la mayoría de los aficionados del Real Jaén desde el comienzo de la temporada actual. Incluso hasta los medios de comunicación reconocían que casi resultaba imposible encontrar palabras nuevas que permitieran expresar la pésima situación que se vivía. Una sensación de derrota que nos dejaba en una supuesta actitud indiferente, como si aparentemente nada nos importara ya. Ver cómo una y otra jornada las cosas seguían igual y sin arreglo, estaba quebrando el ánimo de los seguidores más resistentes. Una actitud que algunos llaman aburrimiento negativo: cansancio infinito de que siempre sea de noche y no se vea aparecer el sol por ningún sitio. Pero el partido que jugó ayer el Real Jaén ha cambiado el sentido de la actualidad, ha producido un nuevo horizonte, y es de esperar que haya removido ese sentido fatídico y pesimista que hemos sufrido hasta ahora. Naturalmente no sabemos todavía si ese cambio de orientación únicamente ha aparecido como fuego de artificio o como el principio de una nueva senda pero esperemos que sea esto último y que el tono deportivo de ese encuentro se mantenga firme en las próximas semanas. Lo que resultó de todas formas curioso fue el desarrollo del partido, cómo se produjo el triunfo y el efecto que el acontecimiento iba dejando en el público asistente. Si uno observaba la reacción general, dada la supuesta facilidad con la que se movía el equipo, podía observar una especie de tranquilidad de ánimo, de calma y serenidad ajena a toda tensión y tirantez. La gente disfrutaba de lo que estaba viendo pero desde una quietud y serenidad de todo punto beneficiosa y agradable. Lo que se llama un aburrimiento positivo: gozar de lo bueno que llega pero sin aspavientos ni exageraciones. Fue como esa relajación que le deja a uno casi sin fuerzas, agotado, después de haber pasado un rato malo. Estupendo. Y que siga por mucho tiempo.
Los inspectores de hacienda contra los paraísos fiscales
Los inspectores de Hacienda, reunidos en Córdoba, proponen, entre otras medidas para evitar el fraude fiscal, que aquellos deportistas que tengan su residencia en paraísos fiscales no representen a España en ninguna competición y que cuando se hable de ellos en los medios de comunicación públicos se haga referencia a donde viven. Una propuesta novedosa y de mucho interés.
Güiza estrenó ayer con la “roja” unas botas de 500 euros
Dani Güiza, que concurrió con la selección española ante Suecia aunque no llegó a jugar, calzó unas botas que alcanzan una cifra de mercado de 500 euros. Están bordadas con hilo de plata y fabricadas en su mayor parte con piel de tiburón. ¿Garantizarán goles por su elevado precio? Es por si, de ser así, esa circunstancia puede interesar por estas tierras.
19 de noviembre de 2007
Real Jaén, 2; Portuense, 0
