Para los jugadores fue una fiesta familiar, foto de álbum con sus hijos en brazos
Ayer se despidieron de la afición y de los seguidores, en partido ante el Écija, los jugadores del Real Jaén. Todavía no han terminado la tarea, aun queda un viaje, pero como grupo ya no volverán más por el estadio La Victoria en partido oficial. Es razonable pensar que muchos estarán en la próxima temporada pero el colectivo como tal, la plantilla del año 2007-2008, no tornará jamás. Así es la vida. Ha pasado casi un año desde que directivos, aficionados, técnicos y jugadores, todos en definitiva, compartimos un sentimiento, un sueño, un euforia (como dice el himno), que por cierto no se ha acabado de cumplir. Atrás quedan en la nostalgia y en el recuerdo muchas emociones convividas entre el público y los profesionales, bastantes vivencias de éxito y también de fracaso sentidas conjuntamente. Y, como es natural, enfados y desencuentros entre unos y otros, que la desesperación y el disgusto han llenado el ánimo de la familia giennense en tardes desgraciadas y adversas. Más todo esto es ya historia. El domingo que viene se apagarán las luces. Para los jugadores fue una fiesta familiar, foto de álbum con sus hijos en brazos incluida, y el prudente protagonismo de sus familiares. (Por cierto que sería interesante conocer, si es que quisieran contarlo, cómo viven la alegría de los aplausos y el desconsuelo de las reproches que el público dedica a los suyos). La aventura deportiva tuvo referencias de otro tipo. Los expertos dirán si hubo calidad futbolística y nivel técnico suficiente pero para el espectador fue un partido muy vibrante. Una voz en alto, con cierto acompañamiento, recordó a un entrenador que tuvo este equipo cuyo paso por La Victoria dio origen a la norma pactada de no interrumpir el juego cuando un jugador cae al suelo. El anónimo voceador lamentó que aún quedaran en los contrincantes gestos ariscos y ásperos de entonces. Los técnicos habían insistido durante la semana en su deseo de acabar la presente temporada ofreciendo a la afición, a modo de despedida, una alegría, vamos, hacer un buen partido y, naturalmente, ganar. No pudo ser en cuanto al resultado. Ocurrió lo que ocurrió, actuación arbitral incluida. Pero volvamos al principio. Antes de que nos demos cuenta estarán de nuevo con nosotros esos niños y niñas de la foto de ayer, eso sí algo ya más creciditos. Adiós con el corazón... Y suerte a todos.
IMPRESIONANTE LA CALIDAD HUMANA DE FRANK RIJKAARD
Ya se conocían los valores humanos del hasta ahora entrenador del Barcelona Frank Rijkaard pero el final convulso que ha vivido estos días han permitido confirmar esta opinión. Exculpando en todo al presidente, dice que no le molesta haberse enterado por la prensa de que no iba a seguir y que lo realmente le importa son "las cosas bonitas" que ha vivido.
FIGO MATA UN GATO NEGRO
Y toda Italia, al decir de los cronistas, se levanta en su contra. Prescindiendo de la discusión filosófica de si los gatos negros son perjudiciales o beneficiosos, lo arrolló con su coche por ser de ese color. "Figo has matado a un gato negro y ahora te repudia el mundo entero", "Figo desafortunado, gato vengado", "Figo vergüenza para el Inter" dicen algunas pancartas en su contra.
12 de mayo de 2008
Real Jaén, 1; Écija, 1.
(Último partido en La Victoria)
