152.
Predicar o dar trigo
Todo
el mundo conoce la falta de formalidad que acostumbran a tener muchos clubes de
fútbol para cumplir con sus obligaciones monetarias, y que en bastantes
ocasiones los jugadores se llevan la peor parte. La mayoría de éstos, en
especial los que trabajan en los equipos más modestos y dependen en muchos
casos del sueldo para cubrir las necesidades más básicas, con frecuencia tienen
dificultades para cobrar su salario. Sin llegar al esperpento del chiste de
Quino (no te pago el jornal, dice el dueño al único trabajador de la plantilla,
porque de hacerlo daríamos en quiebra, tendríamos que cerrar la empresa y te
quedarías en paro), no es oro todo lo que reluce detrás de la popularidad, la
admiración y el liderazgo social que a un tiempo padecen y gozan los
profesionales del fútbol. En esas condiciones la justicia social requería una
salida a un problema laboral y humano tan lacerante y así se estableció el
procedimiento de denuncia por impago, con efectos disciplinarios para los
clubes. El año pasado el Real Jaén no sufrió esta circunstancia pero ahora no
ha ocurrido lo mismo y un grupo de jugadores lo ha denunciado. Están en su
derecho. La legislación se lo permite y ellos han optado por utilizarla. Pero
las relaciones laborales, que sin duda son muy complejas y complicadas, forman
parte del espacio de relaciones sociales y en ellas siempre hay que tener
presente a la persona. Es en este terreno en el que a algunos aficionados les
ha extrañado ver entre los denunciantes a determinados profesionales que
predicaban las excelencias del club por los cuatro costados y se suponía
confiarían en la directiva, que da la imagen de que, aún a veces con retraso,
cumple lo que pacta. Un contraste por cierto con la actitud de otros jugadores
que pasaron por el club, y de los que por su elegancia citaremos a Guede
(muchos aficionados lo recordarán de hace un par de años) que puede ser un buen
ejemplo. (Ésta es la relación de jugadores que han denunciado al club ante la
AFE, publicada por Diario Jaén: Vacas, Raúl Rodríguez, Emilio Muñoz, Luís
Márquez, Dani Marcos, Pedro Illanes, Diego Herrera, Nandi, De Navas, Sergio
Cruz, Mikel Costanilla, Torres, Oscar Ventaja, Cidoncha).
1
de Agosto de 2005
153. Viaje a Austria
El escritor humorista Wenceslao
Fernández Flores decía de los ricos (estamos hablando de los años treinta del
siglo pasado) que una vez en la vida marchaban a París. Y describía de esta
manera el acontecimiento tal como lo contaban los que hoy llamamos medios de
comunicación: Los periódicos anunciaban durante un mes: “Se dice que un
acaudalado convecino proyecta realizar un viaje a París; acogemos la noticia
con reservas”. Después aclaraban: “Parece confirmarse...”. Más tarde
informaban: “Entre la buena sociedad se habla mucho estos días del viaje que en
breve emprenderá a París el opulento convecino don N. N.” Y al fin aseguraban:
“Salió ayer hacia París...”. Casi como el Real Jaén, con la única diferencia de
que estamos a principios del siglo XXI. Hace tiempo las habladurías y las
murmuraciones comenzaron a propagar entre los aficionados la confidencia de que
el equipo iba a hacer la pretemporada en Europa, concretamente en Austria.
Luego los rumores se apresuraron a confirmarlo y así ha sido. Nada más y nada
menos que en el corazón de la Europa de toda la vida. Como los grandes, como
los poderosos, como los máximos y los distinguidos y principales. Como lo hacen
los ricos, que ya sabemos que no son los que tienen más dinero sino más trampas
porque su crédito es mayor. Pues esto está muy bien. Hay que aplaudir la
iniciativa. ¡Faltaría más! Manifiesta tener clase y señorío. Al fin y al cabo,
señala Richard Conniff en un libro la mar de simpático en el que se pregunta si
los ricos forman nada más y nada menos que una especie diferente. Rico desde
luego deriva de la misma raíz que produjo la palabra celta rix, la latina rex y
la sánscrita rajá, que significan rey. Que es aproximadamente lo que decía
Cervantes, que más vale el buen nombre que las muchas riquezas. Y a lo mejor,
sin buscarlo expresamente, eso es lo que ha ido a hacer el Real Jaén a Austria,
a salir de lo cutre y lo atrasado y a sentir unos horizontes más lejanos. Pues,
muy bien. Ha sido una buena idea y buen propósito. Tanto como contarlo en el
himno no parece necesario. Pero sí que sería bueno que todo el mundo lo sepa,
que para eso se ha ido. Buen viaje.
8
de Agosto de 2005.
154. Cómo hacer socios
Tantas
veces se ha dicho que el fútbol es a fin cuentas una emoción, un calor, un
sentimiento, que repetirlo una vez más resulta casi una tontería. Pero el caso
es que, aunque sea un tópico, resulta ser verdad y hay que estar diciéndolo
cada rato para poder entender muchas de las cosas que pasan en ese mundo tan
especial. Hay tópicos que ¡vaya usted a saber si hay que creerlos o no! pero
otros, por más que se recalquen, responden sin duda a una realidad manifiesta.
Esto último es lo que pasa con el fútbol: todo el mundo reconoce que su
componente social más importante es la pasión, el acaloramiento. El fútbol es
una de las energías colectivas emocionantes más poderosas de nuestro tiempo.
¿Por qué se hace uno normalmente del Barcelona y no del Real Madrid o
viceversa? ¿Acaso por un razonamiento preciso y complejo en el que, partiendo
de unas premisas, llega a una conclusión científica? ¿Por qué seguimos al Real
Jaén si no es por una percepción de cercanía y de proximidad, como el
desarrollo de algo que nos pertenece como miembros de una comunidad de la que formamos
parte? Ese estado de ánimo podrá ser de
mayor o menor intensidad, nos podremos tomar más o menos en serio el asunto del
fútbol, podrá ser incluso una distracción superficial pero siempre el camino
natural para acercarse a lo que es más una práctica social que un puro deporte
no es el razonamiento frío y duro sino los afectos y el entusiasmo. Por eso,
salvo para los incondicionales que siempre irán pase lo que pase, si es que se
quiere aumentar la comunidad de aficionados, simpatizantes y socios, todo lo
que no sea estimular el fervor y la fiebre es perder el tiempo. Y el camino
para llegar a esa meta es, como dicen los manuales, un punto de desvarío, de
disparate y, desde luego, de herejía. Séneca recuerda que ningún gran genio se
dio sin que tuviese al menos un punto de irracionalidad. Aquí va uno: -¿Y
tantas margaritas necesitas deshojar, se preguntaba Vica en una viñeta de
Diario Jaén, para decidirte a hacerte socio del Real Jaén? -¡Si es que siempre
me sale que sí! Pues eso, a llenar todo el espacio público de margaritas, pero
de esas que invariablemente aconsejan hacerse socio.
15
de Agosto de 2005.
155.
La precampaña
Los
dirigentes de cualquier asociación saben que para atraer parroquianos y
entusiasmar a los tibios, los indecisos o los vacilantes, el único sistema es
hacer atractivo una empresa o un proyecto. Y que para ello deben aprovechar
todas las oportunidades que les brindan el mercado o los acontecimientos que
les salen al paso. Una circunstancia en el caso el fútbol que precisamente
ocurre con los llamados partidos de pretemporada. El asunto está en que nadie
se despega del discurso trillado y repetido hasta la saciedad de que estos
encuentros tienen la finalidad de preparar el equipo para las competiciones
oficiales, para cuando las cosas empiecen en serio. Pero esto es un lugar
común, una cantinela que nadie analiza y que en el fondo apenas es verdadera.
En todo caso sólo lo es a medias. Quien no perciba esto, está pensando de una
manera muy simplista y elemental. Estos partidos no son una forma sin más de
entrenamiento de los jugadores, sino un acto público, no gratuito, que la
prensa publicita y por tanto genera resonancias sociales, entre las que son muy
importantes el aumento o la disminución del colesterol deportivo de los aficionados
y de la sociedad en general. Imaginemos un titular como éste (por otra parte,
como es lógico, casi imposible): el Real Jaén ha vencido en todos los partidos
de pretemporada. ¿Cabría mejor y más eficaz mecanismo para caldear el ambiente
y estimular el aumento de aficionados y abonados? Por el contrario, una
pretemporada desastrosa en resultados en el peor ataque al entusiasmo
colectivo. Además, ¿cómo se puede animar a una afición con un solo partido ante
el público natural y en la que el equipo se convierte en una noticia de
lejanía? Eso no significa que no se puedan planificar partidos fuera de casa
pero ¿alguien pretende entusiasmar a los aficionados desde Málaga o desde
Austria? Lo que es un valor social, económico y societario no puede perderse en
la nada porque supone renunciar a una campaña de publicidad de eficacia
indiscutible, y abandonar de una manera desmañada unas oportunidades tan
inmediatas que, además de calmar la ansiedad de los aficionados vehementes,
pueden modificar el sentido anímico de la masa social.
22
de Agosto de 2005
156. Sandías y melones
Saber,
cuando se compra algo, si va a ser provechoso es en muchos casos complicado. Y
si esta duda aparece cuando se trata de objetos materiales, la dificultad de
hacer una predicción sobre el comportamiento humano es mucho más compleja y
peliaguda. Todas las personas estamos dotadas, en la mayoría de las cosas que
hacemos en la vida, de capacidades cuya eficacia nos resulta desconocida y que
lo mismo pueden dar resultados ventajosos que acabar siendo un desastre. Que se
lo digan si no a quienes alguna vez concibieron grandes expectativas y luego la
realidad puso las cosas en un sitio no amable. Habrá que ser por tanto
prudentes a la hora de hacer vaticinios y conjeturas sobre el nuevo equipo del
Real Jaén y esperar un poco a ver cómo trascurren las cosas. Pero la verdad es
que el azar (y no sabemos si también la fortuna, pero podemos esperarlo) ha
hecho que los tres primeros partidos de la presente competición sean una
especie de test bastante significativo, en especial para los impacientes, para
conocer las posibilidades que ofrece esta nueva competición. Y ayer fue, en
Sevilla, la primera oportunidad en la que se pudieron ver algunas cosas de
interés para el futuro del negocio. Pero aun habrá que esperar. Lo que sí se
puede adelantar es que pintaron buenos sabores, que el equipo hizo cosas muy
interesantes, y que el resultado es sin duda engañoso y no fue la consecuencia
de lo que se llama en el argot futbolero el autobús. El empate sin duda se ganó
y así lo percibieron, al menos, un grupo de aficionados jiennenses
acostumbrados a seguir al equipo. El problema es, como siempre, si, visto lo
visto, se debió arriesgar un poco más, algo evidente para un espectador
neutral. Pero de esta manera han empezado las cosas y todavía apenas hemos
probado la tarta. Como cuando se compra un melón o una sandía. Hacer la cala es
un procedimiento eficaz y seguro para conocer las cualidades del producto. Y,
aunque de pronósticos futbolísticos poca gente sabe y sólo en contadas
ocasiones se acierta, esperemos que los tres primeros partidos, que van a ser
una especie de cala deportiva para conocer nuestras posibilidades, nos den
buenas alegrías.