222. Tres poemas
Dos versos para un único poema podría
ser un titular que resumiera con bastante precisión el desarrollo de los
sentimientos y las emociones de los seguidores del Real Jaén que ayer
presenciaron el partido jugado en tierra murciana. Dos estrofas, desde luego de
colorido muy diferente, incluso contradictorio, dando forma a una sola poesía
que cante y cuente lo que ocurrió ante el Águilas. Pero, superado el berrinche
que llegó como una traición de espaldas, cabe sensatamente una tercera rima,
algo así como una coda de esperanza. A pesar del malhumor y la sensación de qué
es lo que ha pasado que se nos quedó, que vino como un demonio de noche en el
momento de soltar la alegría, hay que seguir confiando. Porque hacía tiempo que
esperábamos, casi con el libro en la mano, el momento y la ocasión de disfrutar
de un período de partidos con una oda triunfal, al estilo de Rubén Darío con
aquello de ya llega el cortejo, ya llega el cortejo, ya se oyen los claros
clarines. Y ayer parecía la ocasión de sentirse a gusto con lo que está
haciendo el equipo, cuando hace unas semanas de pronto se levantó casi desde sus
cenizas y empezó vibrar como hacía tiempo que no lo había hecho. Bien es verdad
que en Águilas apenas hilvanó peligro y sus valentías no parecían tales pero no
importaba demasiado según nos acercábamos hacia el final. Porque a fin de
cuentas ayer esperábamos estar en la gloria y casi tocamos las alturas. Por
eso, cuando nos vimos obligados a guardar en la biblioteca el libro del autor
nicaragüense precisamente en el momento en que ya estábamos afinando las gaitas
y los tambores, alguien tuvo que recordar aquellos versos de Antonio Machado,
“El que espera, desespera, / dice la voz popular. / ¡Qué verdad tan verdadera!
/ La verdad es lo que es, / y sigue siendo verdad / aunque se piense al revés.”
Hasta el locutor se quedó sin habla. Son las ventajas y desventajas de vivir el
fútbol como una exaltación, una hazaña y una epopeya. Si no fuera así, todo
sería rutina, rutina y rutina. Pero queda la esperanza y el disfrute de estar
en el buen camino, que al fin y al cabo no vale arrinconarse en una oportunidad
que parece estar abierta. Y así por terminar con versos, alguien recuerda
aquello de Alberti: “Yo sé que tiene alas. / Que por las noches sueña / en voz
alta la brisa / de plata de sus ruedas”. Alguna vez había que hacer poesía con
el fútbol que para eso es emoción y sentimiento.
4
de Diciembre de 2006 Águilas,
1; Real Jaén, 1
223.
Dos miradas
El frío y, sobre todo, la soledad han aparecido
en algunas
ocasiones en La Victoria
Foto: Diario Jaén
|
11
de Diciembre de 2006 Real Jaén,
1; Alcalá de Guadaíra, 0
224. La balanza
¡Hay
que ver cómo se complican las cosas, además cuando menos se espera y por donde
todo parecía estar resuelto! Precisamente en el momento en que han comenzado a
arreglarse los desaguisados deportivos, en el horizonte y como de la nada ha
surgido una amenaza, y la cuerda avisa de que puede romperse por el otro
costado. Justo ahora que a la vista no sólo de los resultados de los últimos
partidos del Real Jaén, en especial los jugados en La Victoria (y no digamos
nada del extraordinario de ayer en Almendralejo), sino también de la forma en
que éstos se vienen produciendo, con buen juego, una cierta facilidad táctica y
hasta un hondo toque de emoción, problemas económicos inesperados empiezan a
arrojar dudas y tormentas sobre el club. Y no se trata ya únicamente de las
consabidas carencias de infraestructuras, que no acaban de solucionarse, sino
algo aun peor: desde finales de Septiembre los profesionales no han cobrados
sus salarios. Bien es verdad que el aprieto ya apareció cuando el Presidente
hubo de echar una mano para evitar peligros gravísimos pero han llegado los
primeros días de diciembre, que era la fecha prevista para su resolución, y la
cosa no se ha remediado. Por cierto que esa circunstancia propició que ayer
jugaran dos equipos hermanados en el mismo disgusto y padecimiento: hace un par
de semanas apareció publicado un manifiesto de los jugadores del Extremadura lamentando
estar sin cobrar "desde agosto, incluyendo meses, plazos de fichas y retrasos de temporadas anteriores". Y
aunque, por las informaciones que de que se dispone, no parece que en su origen
sean idénticos los casos de ambas entidades, sí que lo son en sus
consecuencias. ¡Ya es mala sombra que los seguidores no acabemos de gozar de
nuestra afición! Equilibrada la balanza por una parte, la deportiva, ahora se
quiebra por la otra, la económica. ¡Qué le vamos a hacer! Habremos de pasar de
un sentimiento a otro, de la tristeza por los resultados deportivos al de la
solidaridad con los profesionales. Pero mirando con optimismo el futuro. ¡Cómo
vamos a tirar la toalla después de ayer! Desde la más remota antigüedad tenían
los sabios griegos un proverbio que decía que hasta la muerte no se puede
llegar a conocer si las cosas van a resultar buenas o malas, o sea que hasta el
final no podemos abandonarnos al desaliento. Seguro que hay quien salvaguarde
el remedio.