127. Las leyes de la naturaleza
Las
leyes de la naturaleza ofrecen, entre otras ventajas, la garantía de poder
acertar cuando uno hace determinadas predicciones y vaticinios sobre lo que va
a ocurrir. La seguridad y el rigor de lo que dicen permiten apostar sobre
seguro a la hora de aventurar previsiones y pronósticos, aunque siempre
amenazan con estar presente lo irracional y lo imprevisible. Y esto es lo que
aleteaba en la esperanza de cada seguidor del equipo, esa era la ilusión que
guardaban bastantes aficionados al Real Jaén a la espera del partido de ayer en
Sevilla. La situación de ambos equipos daba ventaja casi segura con suficiente
claridad al de la capital de Andalucía. Los hechos son incontestables y sólo
bastaba con mirar la tabla de clasificación y los datos que en ella se
contienen. Por eso lo lógico y lo esperado era que se produjera un escenario
similar a cómo estaban las cosas al final del primer tiempo del partido. Pero
los milagros a veces son posibles y, además, se producen. Los milagros son
excepciones a las leyes generales de la naturaleza que, por diferentes motivos
que vaya usted a saber, a veces facilitan comportamientos diferentes de los
esperados.
Alegría y alta satisfacción por todos.
Por los profesionales, por los aficionados y, especialmente, por los directivos
tanto en la vertiente personal (que al fin y al cabo se llevan los disgustos
mayores) cuanto por el beneficio que noticias como ésta pueden producir a la
imagen y garantía del club. Con el triunfo de ayer en Sevilla no es que se
hayan descubierto las Américas. Precisamente lo que habrá que averiguar en las
próximas semanas es si fue un milagro, una excepción de la naturaleza o si, por
el contrario, es verdad que de una vez por todas se va a poder demostrar eso
que tantas veces decimos, nos dicen, piensan, pensamos y queremos creer: que
este equipo es muy superior a lo que parece, que lo que pasa es que las
apariencias engañan y que lo de ayer es un falso prodigio. Y podemos comprobar
que todo esto es verdad.
Por último, el saludo y el reconocimiento
a Pedro Pablo Braojos en su vuelta a nuestras tierras, donde tan buen recuerdo
dejó.
7
de Febrero de 2005. Sevilla
B, 1; Real Jaén, 2.
128.
Es el momento
Pues
de pronto la estadística, o la contabilidad que a estos efectos es lo mismo, de
este año nuevo, casi como quien no quiere la cosa y sin apenas darnos cuenta,
nos había mostrado un giro de 180º en los resultados del Real Jaén, tan
sorprendente, visto lo visto, que casi no nos lo podíamos creer. Las cuentas
eran determinantes: dejando a un lado la incidencia del partido con el
Talavera, que a fin de cuentas era de otra época, 10 puntos de 15 máximos
posibles era una conquista suficientemente significativa, sobre todo después de
los tiempos de tristeza que hemos pasado, a la que había que añadir el aliño
perfumado del triunfo en Sevilla. Y con estas cuentas en el ánimo y en la
ilusión íbamos ayer a La
Victoria a ver al equipo jugar con el Extremadura.
Naturalmente que no quedaban arrinconados de ninguna manera los problemas
económicos que zarandean toda la vida del club pero, centrados en lo deportivo
(que por eso era hora de epopeyas futbolísticas), con confianza y la sonrisa en
la boca. Bien es verdad que siempre está el pesimista y, sobre todo, el
timorato que se temía aquello de corrida de expectación, corrida de decepción,
con lo que los taurinos explican o justifican malas actuaciones en tardes que
se prevén triunfales. Que a veces la fortuna, como decían los clásicos, tiende
a jugar con los fuertes para probar su fortaleza. El clima general era
prudente, con altas dosis de esperanza en que de momento al menos hubiera
pasado el período de las vacas flacas. Incluso había empezado a moverse el
ambiente y se notaba que acudía más gente y ésta más animada.
El desarrollo y resultado deportivo no
pudieron ser mejores y los balances han subido de calidad y de cantidad
considerablemente. Por supuesto que por su propia definición nadie sabe lo que
va a escribir el futuro, y seguramente traerá más de un mal rato, pero es el momento
preciso y adecuado para relanzar al club y al equipo. Ahora o nunca, hay que
buscar un espacio social y político con mayor peso que derive en un poder más
fuerte. Solo una alta credibilidad económica es la forma de resolver los graves
problemas financieros.
14
de Febrero de 2005. Real
Jaén, 1; Extremadura, 0
129. La prosa de la vida
Como
se sabe, los profesionales del Real Jaén tienen pendientes de cobro dos
nóminas. Y también es conocido que la directiva está haciendo todas las
gestiones posibles para resolver el grave problema pero desde el convencimiento
de que en ningún caso debe dilapidarse el futuro patrimonio del club para
arreglar esta situación actual porque eso significaría pan para hoy y hambre
para mañana. Los directivos, por supuestas razones de prudencia, no han hecho
públicas las gestiones que realizan y el posible éxito que ofrecen, una
discreción que es el signo más visible de la soledad en que se encuentran y lo
difícil que resulta ser responsable de algo cuando vienen malos tiempos y
pintan bastos para ese algo. Al final están solos con la dificultad y son ellos
los que cargan con la desazón y la obligatoriedad de encontrar un camino de
salida. Los aficionados son desde luego un incentivo estimulante pero su capacidad
de ayuda económica en cuanto tal es bastante escasa; siendo los más numerosos,
los que arrastran consigo las alegrías o las decepciones, los más interesados
en que la vida deportiva siga caminos de gloria, no pueden resolver los
problemas económicos del club. Tampoco, a lo que parece (que, como es lógico,
apenas hay información de lo que de verdad está pasando) lo está haciendo la
gente de posibles, los que pueden echar una mano casi sin que se note en su
bolsillo. Y, sobre todo, los amos del dinero, los que manejan los ahorros de
los demás: da la impresión de que quieren demasiadas seguridades.
La
verdad es que por más que se diga que el fútbol es un sentimiento, un éxtasis y
otras descripciones por el estilo, nunca podemos olvidarnos de que siempre
tiene que haber alguien que encienda la luz o cierre la puerta a la hora de
irse. Detrás de cada momento más o menos apasionante, alguien ha de preparar la
tela para la bandera y después coserla. Para subsistir y expresarse, los
sentimientos al fin y al cabo necesitan una infraestructura, una tramoya. Es
que, como dice la desencantada protagonista de la zarzuela “Agua, azucarillo y
aguardiente”, qué horrible es la prosa de la vida.
21
de Febrero de 2005. Jerez
de los Caballeros, 3; Real Jaén, 3.
130. Nuevos tiempos
“El ambiente para el partido era extraordinario”,
lo que no
implica renunciar al negocio
(incluso siendo de otro equipo).
Foto: Diario Jaén |
Bueno,
pues ya lo sabemos: el ambiente para el partido de esta tarde es
extraordinario. Por primera vez desde hace años la gente empieza a vibrar con
el Real Jaén; cada vez son más los aficionados que acuden al campo; el equipo
mejora por días, con más técnica y más ánimo; estamos escalando puestos en la
clasificación; y hasta la última sentencia judicial aclara el panorama
económico del club. Y lo fácil que resulta escribir estas líneas es que todo
esto es verdad, que se palpa y se siente que ha empezado un nuevo tiempo, de
triunfos –deportivos y económicos-, para el Real Jaén.