44.
El fútbol post-heroico
Hace unos meses un ilustre
comentarista de El País, M. Á. Bastenier, traía a colación, a cuento de la
guerra de Irak, el pensamiento de la sociología alemana actual que asegura que
nuestra sociedad está en una era post-heroica, que ha perdido el sentido mágico
y grandilocuente de las grandes gestas y las increíbles hazañas de los titanes
y otros personajes de su rango, que en estos tiempos hay más cálculo que
entusiasmo cuando se trata de programar una acción pública importante, como es
el caso de una guerra. Probablemente sea verdad esta apreciación aunque los
resúmenes históricos muy generales suelen ser bastante discutibles y mucho más
subjetivos que objetivos. Pero lo que sí queda claro, a poco que uno eche una
ojeada simplemente, por ejemplo, a las conversaciones de la gente, es que hay un
espacio social, sin duda relevante y muy significativo, en el que no sólo no se
ha producido ese paso de lo heroico a lo post-heroico sino que ha sido y es
capaz de integrar ambas perspectivas en una síntesis que merecería un monumento
y una atención especial de los estudiosos y los teóricos. Este espacio es desde
luego el fútbol. En él pueden convivir y de hecho conviven los negocios, el
comercio, los trapicheos, lo vulgar y el dinero negro con la gloria, las
emociones del honor, las epopeyas y los laureles. Triste y grandioso destino
del fútbol que lo mismo nos hace sufrir que gozar. Esa es su contradicción.
Aunque hay gente que hace mucho se olvidaron de esto último.
7 de Julio de 2003.
45.
Por qué sigue el presidente. (1)
El presidente y máximo accionista del club
Manuel Gil
Vázquez acompañado del gerente
Martínez Ros, en el palco de La Victoria.
Foto: Diario Jaén |
14 de Julio de 2003
46.
Motivos para una continuidad (2)
Firmado el pacto entre el
Ayuntamiento y el sr. Gil Vázquez para la adquisición de las acciones de
titularidad municipal del Real Jaén, que lo convertían en dueño y señor del
club, transcurrió el pasado campeonato de liga con los avatares que todos
conocemos. El presidente, ralentizando sus inversiones (podemos recordar las
circunstancias del llamado mercado de invierno), se supone que a la espera de
que el Ayuntamiento ejecutara su parte, fue fiel a lo acordado y ejerció en el
Real Jaén, financiando con su patrimonio o el de sus empresas los gastos del
club y del equipo. Lo del acuerdo en el que la Corporación Municipal le ofrecía
ciertas ventajas se confirmó, como ha recordado estos días Diario Jaén, en
plena campaña electoral cuando el sr. Gil Vázquez mostró el documento que lo
acreditaba y en el que aparecía la relación de esas contrapartidas que se
suponían. Además en ese momento el presidente hizo público su enfado con el
equipo de gobierno municipal porque, según dijo, mientras él había cumplido su
parte del pacto invirtiendo varios cientos de millones de pesetas en el club,
el Ayuntamiento no había hecho nada de lo prometido. Y la oposición municipal
puso la guinda denunciando el convenio como ilegal. Ahora éste ha sido
sustituido por un concurso público, con lo que, al menos en la forma, el
Ayuntamiento quebranta lo que había firmado con el sr. Gil Vázquez. Al margen
de que haya de nuevo pactos secretos, ¿justifican estas expectativas su
permanencia al frente del Real Jaén?
21 de Julio de 2003.
47.
Los intereses empresariales. (y 3)
Las vicisitudes de su
experiencia empresarial en Jaén no parecen nada favorables para los intereses
comerciales y mercantiles del sr. Gil Vázquez, al menos con la información que
se tiene fuera de los ámbitos del poder. Por lo que legítimamente podría estar
pensando en la inutilidad de las inversiones que ha hecho y está haciendo en el
Real Jaén. Y se agrava el clima si a eso añadimos la memoria de sus
declaraciones cuando afirmó que ni entendía ni estaba interesado en el fútbol y
que del club sólo sabía que era una empresa en ruinas. Bien es verdad que puede
estar esperando que las cosas le vayan mejor y por eso está acompasando el
ritmo lento de gasto a la espera de que el gobierno municipal empiece a cumplir
el compromiso que había adquirido. Si no fuera así, ¿por qué sigue de
presidente? Como dicen los psicólogos, todos nuestros comportamientos están
motivados por el interés, sin que este término tenga ninguna connotación moral
y menos aún negativa. Es la vida misma. Se invierte para ganar lo que sea, que
no tiene por qué ser dinero necesariamente. La satisfacción de haber hecho
bien, la punta de vanidad que todos tenemos, la garantía de las sonrisas de los
demás o el placer de vivir el agradecimiento de la gente, cualquier cosa se
puede poner como objetivo de una inversión, un trabajo o un esfuerzo. Y estas
sensaciones son con bastante frecuencia mucho más gratificadoras que el dinero
o la riqueza. ¿Cuál es el interés del sr. Gil Vázquez para seguir? El futuro
del actual Real Jaén está en la respuesta a esta pregunta.