JUNIO 2003


39. Los falsos ricos

Dice la teoría que, como la vida misma, el fútbol está lleno de pobres y de ricos; de una gente con escasos posibles y de otra a la que casi le sobra patrimonio, dinero y caudales por doquier. Y entre unos y otros, como no podía ser de otra manera, una amplia, extensa y alargada clase media dentro de la cual también se podrían hacer bastantes distingos. Pero eso no es nada más que la teoría porque, si se horada un poco y se rebusca en la trastienda de las cuentas y los libros de contabilidad de todos los clubes de fútbol, lo que aparece, sin mucho esfuerzo, son trampas, descubiertos e impagos. Es decir, insolvencia total, generalizada y universal. Todos con el agua al cuello y a punto de ahogarse. Lo de pobres y ricos no deja de ser una ironía y una risotada del destino. No hay pobres y ricos. Salvo alguna excepción y algún matiz, la realidad es que los llamados ricos son los más endeudados y más fulleros y entrampados. ¡Claro que con más credibilidad ante los bancos y mayor capacidad de endeudamiento! Ya decía McLuhan que el dinero es el crédito del pobre, que es al que le exigen poner las monedas sobre la mesa para comprar cualquier cosa. Los llamados ricos son aquellos a los que se fía. Y en estas estamos. Los que se consideran y son considerados ricos, sin ningún pudor ni prudencia, sabiendo además que gozan de un alto nivel de complicidad, se dedican a gastar lo que no tienen, a destrozar el mercado y a pagar unos sueldos tan escandalosos que serían causa suficiente para provocar otra revolución francesa.

2 de Junio de 2003.


40. Populismo

A pesar del descenso de categoría, un grupo 
de aficionados jóvenes se mantuvo fiel al equipo.
Foto: Diario Jaén
Dos envolturas básicas se necesitan para diseñar cualquier proyecto, la técnica y la social. Como dos caras de la misma moneda, tan importante es atender a las necesidades de la empresa para cumplir sus objetivos como ocuparse de que la gente entienda y disfrute de sus ventajas. Calidad en los jugadores y comunicación con los seguidores son dos requisitos imprescindibles para un final feliz. En lo que concierne a lo primero, seguro que el grupo planificador de los aspectos técnicos del Real Jaén tiene las dosis necesarias de experiencia y sabiduría para preparar un buen equipo para la próxima temporada. Ahora bien, además de todo eso, de lo que tiene que estar muy pendiente el club es del otro relieve de la planificación, de lo social, de la comunicación con los aficionados y la ciudad en general. Algo que, tras superar el síndrome de forasteros de la casi totalidad de sus miembros, según avanzaba la temporada, ya intentó el año pasado. Hace falta un discurso y una mayor fluidez verbal con los seguidores para entusiasmarles. Porque aunque todo el mundo asegura que los éxitos crean clientes, ésta es una verdad a medias ya que lo que en realidad aparece en esos momentos de gloria siempre es ruido, voces y oportunismo. La afición es otra cosa. Y, para que se fortalezca, aunque pudiera parecer feo dicho así en frío, se necesita un punto de populismo. Eso es el fútbol y lo son los espectáculos de masas, sobre todo en los que hay emociones intensas. Con lo que la gracia queda completa.

9 de Junio de 2003
  

41. Entrenador y seleccionador

Un problema que viene padeciendo el Real Jaén en el plano técnico y deportivo desde hace demasiado tiempo es la disociación, la no coincidencia que se produce entre quien planifica y la persona que después tiene que desarrollar el proyecto. Por unos u otros motivos ha ocurrido que en las dos temporadas últimas el técnico que dirigía al equipo no era el mismo que lo había programado. Francisco se encontró un equipo tan bien ensamblado por Braojos que, salvo alguna variación, lo mantuvo en su integridad. Luego Anquela, Jiménez, Anquela de nuevo y Nogués han dirigido también un colectivo hecho, organizado y pensado por otros entrenadores, lo que sin duda es un grave inconveniente a la hora de encajar las cualidades de los profesionales que integran la plantilla con el esquema de juego que el entrenador desea aplicar. Hablando de la conveniencia y de los beneficios derivados de que sea la misma persona quien haga estas dos tareas, podemos recordar la famosa anécdota, que cuenta Valdano, de aquel entrenador que trataba de justificar el desajuste entre su estrategia y la realidad después del juego con la excusa de que él ya se encargaba, por supuesto, de colocar bien a sus jugadores en el campo: lo malo, decía, es que luego ellos, cuando empieza el partido, se mueven y así no hay manera. Pues bien, por primera vez, después de estas malas experiencias, van a coincidir en una misma persona el entrenador y el seleccionador. Para lo bueno y para lo malo. Esperemos que esto último no ocurra.

16 de junio de 2003.


42. Tarde piaste

El que debemos ser prudentes, tranquilos y pacientes es un consejo repetido mil veces en los libros que han escrito los más sabios pensadores. Y no sólo estos ilustres están convencidos de ello: a cualquiera de nosotros la experiencia nos ha proporcionado esta misma enseñanza, que para triunfar en la vida, en los negocios y hasta en el amor hemos de ser precavidos y sosegados. Sancho Panza asegura que de sabios es guardarse hoy para mañana y no aventurarse todo en un día, y no hay ciudadano que desconozca la anécdota atribuida a Felipe II de vestirse despacio por tener prisa. De todo lo cual se deduce fácilmente que es opinión común que, a la hora de llevar adelante una empresa, debe actuarse con cuidado y circunspección, que la prudencia es en estos menesteres la ciencia y que la precipitación no conduce a nada y es mala consejera. Y así se está comportando el Real Jaén en la planificación de la próxima temporada o, al menos, esa es la impresión que da. Lejos de apresurarse, las cosas se están meditando bien antes de tomar una decisión que estropeara el objetivo que no se cansan de repetir los responsables de la entidad. Hace más de un mes que terminó la liga y, al parecer, ni siquiera los jugadores conocen las intenciones del club. El grave peligro es confundir la sensatez con la parsimonia y llegar cuando esté todo el pescado vendido. O, en clave de humor, correr el riesgo de que ocurra lo que al pollo que un soldado oyó piar dentro de su cuerpo después de tragarse un huevo pasado por agua. Y entonces a ver qué se hace.

23 de Junio de 2003.


43. Obras son razones

Naturalmente que para poner en marcha una buena temporada futbolística hace falta un discurso y una mayor fluidez verbal con los seguidores para entusiasmarles (otra cosa es lo que luego resulte de la actividad deportiva, que a lo mejor no nos permite ni siquiera ir a protestar al maestro armero). Pero este entusiasmo, que es el requisito llamado social, tiene que sustentarse en razones. Es verdad que se necesita un poco y un punto así de demagogia para darle algo de gracejo pero, al final, si no hay razones sólidas, el tinglado se desmonta como castillo de arena, o de naipes. Y hablando de razones sólidas y consistentes es como entran en juego, nunca mejor dicho, los fichajes, las inversiones y los compromisos que son los que al final convencen o no a los seguidores. Porque no hay razón más poderosa que una buena inversión diseñada y realizada con pulcritud ya que las palabras y las promesas no valen si no van acompañadas de gestos y de acciones. Desde luego que no se trata de gastar por gastar, ni siquiera de hacerlo de manera aparatosa porque esos dispendios irracionales son más de una vez la puntilla de los clubes. Basta con garantizar un equipo con posibilidades técnicas de quedar en la parte de arriba de la clasificación final y evitar ensoñaciones como aquella del barón de Münchhausen, el de los cuentos de juventud, que aseguraba que, una vez, estando montado en su caballo a punto de caer en un lago, tiró con tal fuerza de su cabello que consiguió salir indemne de la situación sin ahogarse.

30 de Junio de 2003.