JULIO 2006


200. El tío Paco

         La verdad es que, aunque los investigadores no se ponen de acuerdo en cuanto a su procedencia y el momento histórico en que vivió, todos coinciden en que era alguien que no gustaba de alharacas vanas y torpes. En realidad lo que al tío Paco le molestaba en demasía y de lo que había hecho la señal de su existencia es que alguien pensara que era un manirroto. En cuanto alguien se pasaba de ligero en promesas y ofrecimientos, allá que el hombre –ahí viene, advertía siempre alguien- aparecía en seguida para poner sobre la mesa y la discusión las rebajas correspondientes. Pues a lo que parece el tío Paco (a lo mejor porque de la misma manera que los Reyes Magos vienen por Enero, él lo hace en Julio) ha vuelto por estos andurriales y anda cargado con sus rebajas por determinados ambientes deportivos. Y esto, una vez que ya ha terminado la distracción del Mundial, está en poniendo en guardia sobre el Real Jaén a más de uno. Ya se sabe que nadie puede pedir que se ate a los perros con longaniza porque tampoco el derroche sin ton ni son es una virtud. Pero si de entrada se ofrece casi el oro y el moro y que ancha es Castilla y que aquí no va a faltar de nada y que en cinco años en primera división, y luego, cuando hay que hacer los primeros gastos, empiezan los melindres, y alguna tardanza no necesariamente justificada, sólo es útil si aceptamos el dicho gitano sobre los comienzos. A este respecto puede uno recordar el famoso cuento de Augusto Monterroso, que ha pasado a la historia entre otros motivos porque es la narración con contenido más corto que jamás se ha escrito: cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. O sea, que empieza a parecer que estamos donde siempre. Al tío Paco le gustaba contar la vieja treta que los gobernantes chinos usan para su utilidad política. El intríngulis consiste en que, siempre que tienen previsto hacer alguna obra de interés público, la anuncian diciendo que va a costar el doble de lo que en realidad han presupuestado y alargan en dos o tres años la fecha de la finalización. De esa manera, cuando al final todo resulta muy mejorado sobre lo que se esperaba, la gente se queda sorprendida de la eficacia económica y de gestión oficial. (Claro que a lo mejor con las rebajas del tío Paco, tenemos la suerte de que no tengan que marcharse algunos señalados jugadores, con contrato en vigor, a los que no se entiende por qué, alguien les ha indicado la puerta).

3 de Julio de 2006

201. Felices e inteligentes

         A los que dedicamos parte de nuestro tiempo en escribir en los periódicos o en colaborar en los medios de comunicación nos resulta más cómodo descubrir errores en los personajes públicos y criticarlos que lisonjear y enjabonar lo que hacen bien. Parece como si los seres humanos encontráramos más ventaja en criticar y sentar doctrina que en alabar las virtudes de los otros. Como si nuestro ingenio se azuzara con los tropezones y dislates ajenos. Bueno pues ahora, a pesar eso, hay que enaltecer y encomiar la última actuación que ha llevado a cabo el Real Jaén. Y hay que elogiarla con gusto por lo que significa, porque manifiesta el convencimiento de que un club sin seguidores que le jaleen, lo disfruten y también lo sufran cuando las cosas vienen torcidas, ni es club ni equipo ni nada que se le parezca. Poner en marcha una espectacular venta de imagen para que la sociedad giennense se enganche al Real Jaén es una manera inteligente de trabajar. E implica una forma de entender correctamente lo que se tiene entre manos. Porque hemos de ser conscientes de que la campaña apenas tiene alcance económico: los dineros que el club no va a percibir con motivo de la rebaja de los abonos es sin duda insignificante ante la magnitud del presupuesto aprobado. Lo importante es la presencia social, la recuperación, aunque sólo simbólica, del concepto del socio como abonado, que significa una mayor implicación de todos en un proyecto que así se convierte en común. Seguro que tendrán claro los dirigentes eso de que los ejemplos mueven, que si se hace una espléndida campaña pero luego los hechos de cada día desmienten el espíritu que se oferta, se habrá echado todo al garete. Precisamente estos días se ha firmado en Jaén un acuerdo de todas las Administraciones para recuperar y arreglar lo que llamamos los Puentes. Y, si bien es verdad que esta actuación es altamente apreciable porque beneficiará y mejorará la vida de miles de jaeneros, lo más significativo ante la imagen pública es el acuerdo en sí mismo. Dicen que se completará en unos años, cuatro o cinco. A lo mejor los mismos que el Real Jaén en ascender a la primera División. Entonces, como comenta el filósofo B. Russell hablando de gloriosas épocas de la historia, a lo mejor conseguimos ser inteligentes y felices, felices por medio de la inteligencia. 

10 de Julio de 2006


202. Derechos humanos

         Al parecer, aun quedan algunos ingenuos en el fútbol. En estas fechas en las que está abierto lo que se llama, en una expresión amarga y penosa, el mercado de jugadores, la verdad es que los futbolistas vienen a los clubes y lo hacen con el lógico entusiasmo de quien quiere recorrer un nuevo paso en su carrera profesional. Hablan, como es natural, maravillas del nuevo equipo al que llegan y, en bastantes casos, confirman, como una prueba de su acierto en el nuevo contrato, que lo han hecho por dos –o tres- temporadas. ¡Ingenuos! A lo mejor aciertan y ocurre así, pero seguro que no hay un ámbito laboral como éste del balompié en el que no sólo se incumplan de manera rutinaria, como quien se come un caramelo, los contratos firmados por unos y por otros: ¡hasta la forma de hacerlo resulta espectacularmente asombrosa e increíble! Basta con que un Técnico (así, con mayúscula) afirme que a su proyecto no le interesa ese jugador y ¡ya está, a la calle y sin contemplaciones! Es que quiero jugar por las bandas… me he decidido por el cuadrado mágico… ¡Pero si hasta ahora ha rendido plenamente y, además, tiene contrato en vigor! Y ¿qué importa? ¡Nada, fuera de aquí! Naturalmente que a veces puede tener sentido esta práctica en casos excepcionales en los que no siempre un profesional encaja del todo en un proyecto pero resulta inaudito el desparpajo y la desenvoltura con que se confeccionan listas de jugadores a los que se les deja sin más ni más en el paro. ¡A buscarse la vida! ¡Y hasta se les amenaza sin contemplaciones con la venganza horrible (que podría castigarse como chantaje) de que, aunque cobren, no formarán parte de la plantilla, se entrenarán aparte como apestados y sufrirán el baldón de estar señalados como malditos toda una temporada! ¡Tremendo, escalofriante! Pero más aun si ese Técnico, que parece es el sabio que proporciona la lista, tampoco cumple su compromiso. ¡Y ni siquiera el que trae al Técnico sigue ya en el invento! Al parecer, algunos expertos futbolísticos se consideran tan dotados de los dones de la omnisciencia, la sabiduría y la infalibilidad que olvidan hasta los derechos humanos más básicos establecidos por la ONU. Resulta casi aborrecible tener que recordar estas obviedades. ¿Por qué no corren la misma suerte los que firmaron lo mismo… pero desde la otra parte de la mesa?

17 de Julio de 2006.


203. El discurso del club

         Si uno se detiene un poco a reflexionar sobre lo que se trasluce en la gestión de los actuales responsables del Real Jaén, puede sorprenderse de que las cosas no están tan claras y definidas como a primera vista pudiera parecer. Y no es que no se esté haciendo lo que hay que hacer en estas circunstancias sino que el estilo y la fuerza que debieran brillar apenas se notan. Por supuesto que, como es natural y todos queremos, al club le gustaría llenar el campo todos los domingos de partido; que el equipo estuviera situado, si no en el primero al menos entre los primeros de la tabla; que hiciera un buen fútbol; y que todos los aficionados estuviesen felices y contentos. En ese deseo todo el mundo coincide pero una cosa es soñar y otra la realidad que tenemos delante. Pero no parece ni se nota un espíritu nuevo, no hay ambiente de revolución, de entusiasmo generalizado. Ya sabemos que, si se empiezan a ganar los partidos, al calor del éxito, la gente se apuntará en seguida pero también hay que advertir que para convencer a los escépticos, uno de los propósitos anunciados y que son lo que no acaban de creerse las cosas y dudan de casi todo, es necesario poner sobre la mesa argumentos especialmente poderosos. No se trata de dinero sino de nervio y de empuje. El discurso de la directiva parece demasiado habitual, con frases convencionales y retórica burocrática y obligada. Como si dijeran lo que se tiene que decir en esos casos pero sin que se aprecie el objetivo de quebrar la sociedad giennense, embarcándola en un proyecto multitudinario y electrizante. Para colmo los hechos tampoco invitan a un cambio profundo de orientación social. En cuanto a los jugadores, lo mismo de siempre: un montón de nombres nuevos, lo más seguro buenos profesionales pero que nadie conoce y que desde luego poco van a entusiasmar a la afición, al tiempo que se marchan algunos de los que representaban el espíritu del equipo. Sería profundamente injusto no agradecer a quienes están invirtiendo su dinero en el Real Jaén, por supuesto buscando sus intereses como noblemente han reconocido y es totalmente legítimo. Pero una cosa es esa y otra ignorar que, puestos a analizar las cosas con calma, no está muy claro qué quiere este grupo empresarial de la sociedad giennense en general y de la afición en particular.

24 de Julio de 2006


204. Como en Antequera

         Desde aquel “si no me fumaba un puro antes de los partidos, no rendía” a la sofisticación que hoy rodea el fútbol, han pasado cincuenta años. Rosendo Hernández fue uno de los componentes del equipo de España en el campeonato de Brasil, año 1950, cuando nuestro país quedó en el cuarto puesto de la clasificación final, y recuerda ahora algunos de los ritos casi obligados que seguía para tratar de producir más en el campo de juego. Lo del puro resulta especialmente significativo cuando el tabaco ha pasado de considerarse una sustancia que curaba sesenta y tantas enfermedades a ser casi el pecado más ominoso que un ser humano pueda cometer. Pero afortunadamente el progreso va imponiendo su ley y hoy se dispone de otros métodos y otros sistemas más complejos y perfeccionados para conseguir el tono vital adecuado al rendimiento que se espera de los profesionales. Es el caso, por ejemplo, de las concentraciones. Ahora cualquier equipo que se precie lleva a sus jugadores a unos ejercicios espirituales previos al comienzo de la temporada, al objeto de prepararles el cuerpo y el espíritu para la compleja y difícil competición que se avecina. Si se han fijado en el horario que regía la que ha efectuado el Real Jaén, habrán podido observar que no estaba previsto el tiempo libre: siesta por ejemplo sí pero, al parecer, obligatoria. Y aunque hay quien discute los beneficios de esta actividad, sí que parece interesante por lo menos para alcanzar la compenetración del grupo, indispensable para todas las tareas que habrá que atender a lo largo de la temporada, incluida la necesidad de rebajar la inevitable tensión cuando se vaya sabiendo quiénes son titulares o fijos, y quiénes estarán sólo para echar una mano cuando haga falta. Una mayor identificación entre los profesionales resulta imprescindible para el éxito del equipo y del club. La otra cara de la moneda es a su vez la armonía entre el equipo y la sociedad giennense, algo a lo que tendrán que colaborar los resultados de la pretemporada, como el sábado ocurrió afortunadamente en Antequera. Ya sabemos que estos partidos tienen un carácter propedéutico pero, de ir bien las cosas y obtener determinados éxitos, pueden acabar entusiasmando a la afición y abrir notables expectativas en los indecisos. Lo que sería muy grato para todos.

31 de Julio de 2006