139. El nuevo La Victoria
La soledad de un eslogan con mensaje
Foto: Diario Jaén |
2
de Mayo de 2005. Real
Jaén, 0; Cartagena, 0.
140. El problema es la gente
El tambor se ha convertido en un elemento indispensable
para
animar a la afición Foto: Diario Jaén
|
9
de Mayo de 2005. Díter
Zafra, 3; Real Jaén, 1.
141.
Tres
Un
amigo mío, un tanto anárquico y revuelto, suele decir que no encuentra razones
sólidas para explicar algunas costumbres de nuestra cultura. Concretamente
piensa que no hay ningún motivo de peso para que terminemos las comidas con la
fruta, con la excusa de que nos quede un buen sabor de boca porque esto no
siempre ocurre así. Hay veces en las que el final de algún acontecimiento no
ofrece precisamente las mejores cualidades y han sido las etapas intermedias
las más agradables y placenteras. Esto puede pasar en una comida, en una
relación afectiva y en un proceso negociador. Y desde luego está pasando esta
temporada en la trayectoria deportiva del Real Jaén. Una primera etapa en la
que nadie sabía lo que pasaba, probablemente ni siquiera los profesionales,
pero la verdad es que los entremeses fueron enloquecedores, sin sentido, con
traspiés infinitos y miradas permanentes al abismo, vamos, lo que se llama en
lenguaje de cada día ir camino de la Tercera División. Después se reveló el
período, digamos, victorioso y ganador: era el momento principal de la comida y
todos llegamos a creer que esos sabores iban a mantenerse con más o menos
calidad en nuestro paladar. Hasta creímos que habíamos encontrado la piedra
filosofal para el éxito y la prosperidad. Pero de pronto, como si un diablo se
hubiera infiltrado en la noche de nuestro proyecto, se ha empezado a oscurecer
el panorama. Han llegado los postres y parece que todo está amargo, desnatado y
sin fuerza. Después de algunos platos deliciosos y que hasta se rompiera el
maleficio de La Victoria, da la impresión de que se ha perdido la brújula y no
se sabe por dónde sigue el camino. ¡Y eso que los competidores nos están dando todas
las ventajas posibles! De todo esto habrá que hablar despacio en su momento.
Por ahora, como aseveran los sabios que el buen tono y el optimismo son una de
las mejores recetas para una vida saludable y aun quedan posibilidades
matemáticas de jugar la copa del Rey, podemos remendar una greguería de Ramón
Gómez de la Serna que, a su vez, lo hace al refranero popular, en la esperanza
de que nunca es tarde si la copa es
buena.
16
de Mayo de 2005. Real
Jaén, 2; Talavera, 2.
142. Las últimas cuentas
Aunque son las últimas, sólo de momento
porque -a la vuelta de la esquina y casi sin darnos cuenta- ya estaremos otra
vez en una nueva temporada calculando las posibilidades que tiene el Real Jaén,
aun nos cabe hacer cuentas para ver si este año nos toca algún premio en la
lotería de los campos de fútbol. A pesar del empate de ayer en Algeciras, aun
queda una última oportunidad el próximo domingo para terminar con algún
sentido, después de los desajustes con que empezamos el camino. Desde luego
será necesario estar pendiente de los resultados de otros equipos (que ya
tendría mala pata que los demás nos abrieran el camino y nosotros fallásemos)
pero también el nuestro tiene una faena que llevar a cabo ya que sólo en caso
de un triunfo habrá posibilidad de conseguir entrar en la copa del Rey.
Precisamente a esa tarea de cuentas están dedicados nuestros vecinos de Córdoba
por el peligro que tiene su equipo titular de descenso a nuestra segunda B: una
situación angustiosa como esa invita a las cábalas y a los cálculos
estadísticos. Justamente con este motivo el Diario Córdoba publicaba el otro
día unos números fabulosos. Decía el periódico que, a la vista de los partidos
que restan para terminar la temporada en esa división y teniendo en cuenta los
posibles resultados de los equipos afectados por el descenso, el número de
posibilidades que se daban era el de 45.756.792.454.961,
una cifra que parece que puede leerse algo así como 45,7 millardos,
etcétera. A la vista de las posibilidades que nos quedan para el domingo, no es
desde luego, afortunada o desafortunadamente, ésta la situación del Real Jaén.
Nuestros dígitos son más humildes, dadas las condiciones de nuestro club, pero
son lo suficientemente interesantes para que la próxima jornada de liga tenga
algún aliciente de interés. Hubiera sido una auténtica pena para este
definitivo partido haber tenido que guardar la calculadora, por ser ya
innecesaria para la clasificación. Eso fue lo que nos pasó hace cuatro
temporadas, jugando en nuestra casa, mientras nos jaleábamos por la estupenda
clasificación obtenida. Pero eran otros tiempos y, por supuesto, otro estadio.
23
de mayo de 2005. Algeciras,
0; Real Jaén, 0.
143. El día de la salud
Por razones obvias todo el mundo ha acabado
reconociendo al día de la lotería de Navidad como el del gordo, como el de la
salud. Cada año, cuando nos damos cuenta de que nuestra vida no va a cambiar
porque los números de la suerte no se han acordado de nosotros y los
afortunados no pasan de unos centenares entre los que no nos encontramos,
acabamos por aceptar nuestra ventura (¡qué remedio nos queda!) con tranquilidad
franciscana y, para consolarnos, nos convencemos de que a fin de cuentas lo que
verdaderamente importa es la salud. Pues algo parecido es lo que nos viene
aconteciendo los últimos años a los aficionados y seguidores del Real Jaén:
muchas esperanzas, bastantes ilusiones y suficientes expectativas desde el
primer día en que empieza la liga y luego, al final, nada de nada, sólo la salud,
que es lo realmente válido. Bien es verdad que esta temporada (lo que no había
ocurrido en las últimas) hemos estado a punto de que nos alcanzara algún premio
de importancia y casi tocamos la gloria, lo que ya es un paso significativo
para ir consolidando un buen proyecto como el que hay, pero a fin de cuentas
nos hemos quedado a dos velas. ¿Y el año que viene, la temporada 2005-2006 que
justamente empieza hoy lunes? Pues, como siempre: volveremos a comprar lotería,
repetiremos sueños y acudiremos a La Victoria a ver si los hados nos tratan
mejor. Algo tendremos que cambiar como comprar los décimos en otra
administración y hacer unos conjuros diferentes, pero en definitiva ¿qué
podemos hacer sino persistir una y otra vez en el mismo agradable veneno? El humorista
Wenceslao Fernández Flores aseguraba que la lotería nunca tocaba a nadie, que
todo era una farsa: el Estado dispone, decía, de unos funcionarios cuya tarea
consiste en aparecer por diferentes poblaciones, haciéndose pasar por unos
felices ganadores del gordo. Pues nosotros sabemos por propia experiencia que
no es cierta esa doctrina, que hay equipos que suben de categoría y queremos
ser uno de ellos el año que viene. Y felicidades al Linares, que sí que ha
pillado, cuando menos, un buen premio.
30
de Mayo de 2005. Real Jaén, 1;
Lorca, 2.