OCTUBRE 2002


5. Regalar goles

La eterna discusión de si a la suerte se la busca o se la encuentra habrá que aplicarla cuanto antes a los equipos jiennenses de la Segunda División B, a la vista de la generosidad fortuita con la que se están produciendo los últimos resultados y los goles con que estamos obsequiando a los equipos contrarios. Bien es verdad que, si aplicamos la teoría de los errores arbitrales, que asegura que al final siempre acaban compensando a todos los equipos, podemos quedarnos tranquilos pero lo cierto es que esa explicación nunca nadie se ha tomado la molestia de demostrarla con datos reales y por tanto es más una hipótesis tranquilizadora de orden sicológico, cuando las cosas han salido mal y los desaciertos nos han perjudicado, que una afirmación científica. Pero además tampoco está claro, y es lo que solemos ver cada día, que en asuntos de fortuna las cosas se muestren compensadoras con los que tienen menos suerte. Por el contrario la experiencia que todos tenemos está más por aquello de que a perro flaco todas son pulgas, que es más o menos lo que asegura Cervantes, precisamente en el Coloquio de los Perros. Así es que por este camino de dejar que el azar nos compense poca solución tenemos para el nuevo problema con que nos encontramos, de regalar goles, y por tanto puntos en la clasificación, sin querer. A no ser que nuestros equipos se apliquen esa fórmula publicitaria tan eficaz de dos por uno, es decir, que por cada gol regalado se marquen dos. Al fin y al cabo la publicidad se ha convertido en una forma de éxito en el mundo.

Publicado el día 7 de Octubre de 2002               Real Jaén, 1; Algeciras, 1.

  
6. Esta vez funcionó

El fútbol, como la mayoría de las cosas de la vida, está lleno de tópicos y de frases hechas que sirven para cubrir huecos en las conversaciones y facilitar espacio en las discusiones, y que normalmente son sólo un juego de palabras. Pero este lenguaje se derrumba y se hace realidad cuando se producen determinadas circunstancias como las que ocurrieron el pasado viernes en el partido del Real Jaén en Málaga. Entonces, en la segunda mitad, tuvimos la oportunidad y la suerte de ver en el equipo una imagen de serenidad, dominio y buen hacer hasta el punto de que parecía imposible encajar un gol. Y ello recurriendo únicamente a la maestría y a la inteligencia, sin necesidad de echar mano de marrullerías ni artimañas. A este período del partido podemos aplicarle la descripción que hace Jorge Valdano de una situación similar en una de sus primeras publicaciones: los futbolistas, detalla, retrocedieron dócilmente para prestarse a la revolución defendida de los generales del banquillo; el juego se fue poniendo serio, lo útil devaluó a lo bello y el resultado se hizo dictadura. Lo que en otros términos quiere decir que, como no había más remedio, el equipo se dedicó a defender por orden del entrenador y los demás técnicos porque era lo único que podía hacer y se había convertido en objetivo irrenunciable. En cuanto a lo de la belleza, ya es más discutible porque, además de otras cosas, también es vistosa una buena defensa. Sobre todo cuando es lo único posible, que eso es ya otro cantar y es un asunto muy serio.

Publicado el día 14 de Octubre de 2002    Málaga B, 0: Real Jaén, 0.

  
7. Jugar indefinidamente

         Como todo el mundo sabe, los ritos son sistemas mediante los cuales los seres humanos expresamos y hacemos públicos deseos, esperanzas y recuerdos de nuestras cosas. Pero uno de los factores más significativos y representativos de los ritos es que ya está establecido de antemano lo que va a pasar, ya se sabe lo que va a ocurrir. En las disputas de moros y cristianos, por ejemplo, las consecuencias de la disputa, saber quién va a triunfar, se conocen previamente, con anterioridad. Precisamente transformar cualquier ceremonia en rito es darle un cierto carácter permanente tanto en su desarrollo como en su finalización. Los deportes de competición en nuestra cultura no pertenecen a la categoría de rito porque el resultado está por ver y, para conocer lo que ocurrirá al final, hay que esperar al acierto de los protagonistas y a las consecuencias de la fortuna. Sin embargo cuenta el antropólogo francés Levi-Strauss que, en unas islas del Pacifico donde aprendieron a jugar al fútbol, decidieron que las cosas no fuesen así y que éste debía ser un rito. Así el acuerdo fue que, cuando llegara el tiempo de su celebración, jugarían tantos partidos como hiciera falta para que todos los equipos ganaran el mismo número de veces. Con el Real Jaén, a pesar del esfuerzo evidente de los jugadores, vamos a tener que pedir a la Federación que haga algo parecido a los del Pacífico, a ver si de esta forma ganamos lo que nos corresponde. El problema va a estar en que, a lo mejor, la eternidad se nos hace corta, salvo que el técnico encuentre antes una solución.

Publicado el día 21 de Octubre de 2002.      Real Jaén, 0; Cartago Nova, 0. 

  
8. Empezar de nuevo

Hay que volver al verano. No hay más remedio si es que realmente hay interés en tratar de arreglar la situación del Real Jaén. Hay que recrear el marco en el que se planifican las temporadas futbolísticas, se fijan objetivos y se acuerdan estrategias. Es éste y ahora el tiempo y el momento para situarse en el final de la temporada pasada y empezar a planificar lo que se quiere y lo que se puede hacer en el regreso a la segunda división B. Es lo que parece que aconseja la urgencia de la situación. Si las cosas, por la razón que fuere, no se hicieron bien en el principio (y en eso parece haber una cierta sensación común como lo manifestaron los espectadores el pasado viernes cuando lo reprocharon abiertamente a quien correspondió), ahora es el momento de rectificar en dos de los vectores, el deportivo y el social; el empresarial es cuestión de gabinete. En lo deportivo hay que empezar a poner a trabajar a un técnico que vaya planificando lo que el equipo necesita, con qué se puede contar y con qué no. Por supuesto que ahora hay un condicionante imprevisto y es aquello, que parece se nos ha olvidado, de los 45 o 50 puntos imprescindibles para no bajar de categoría. Porque en la que estamos también hay descensos. Y en lo social hace falta más cercanía a la gente y el compromiso de un entusiasmo razonable en cuanto a resultados. La existencia de un proyecto renovado y coherente, que hay que empezar a diseñar ya con vistas a los plazos federativos, es el único camino para eliminar las reticencias que aun subsisten.

28 de Octubre de 2002.                  Real Jaén, 1; Cacereño, 2.