El cantaor Enrique Morente, uno de los personajes más considerados del cante, comentaba el otro día en el diario El País que si bien es verdad que la técnica ha mejorado considerablemente el cante, sin embargo se había perdido, o se estaba perdiendo, el “pellizco”, algo así como el embrujo, el hechizo o, lo que es lo mismo, la chispa que produce la ilusión y el entusiasmo. Pues algo parecido ha ocurrido como de pronto en los aledaños del Real Jaén. Iban muy mal las cosas, como todo el mundo sabe, cuando los renglones torcidos comenzaron a enderezarse y de lo que parecía una ruina total comenzaron a surgir rendijas de mejoramiento, los errores se fueron corrigiendo y empezaron los aciertos. Y no sólo eso sino que después, según avanzaban las semanas y los partidos, incluso, aunque en lontananza, empezó a tocarse el cielo. El juego del equipo había empezado a encantar a la gente hasta el punto de que creció considerablemente no sólo la presencia de espectadores al campo sino también, y sobre todo, el ánimo y los fervores colectivos. Parecía como un sueño, después de los avatares sufridos y los disgustos asimilados, pero el Real Jaén estaba, daba la impresión, empezando un camino de mucho futuro. Así estaban las cosas, mas pronto, tal vez demasiado pronto, mucho antes de lo que en principio pudiera esperarse, la senda se ha torcido de nuevo y ahora no sabemos dónde estamos: si, como al comienzo, en un callejón sin salida, o con el mareo propio de quien ha tropezado y necesita un espacio y un tiempo para reponerse de ese topetazo. ¿A qué juega ahora el equipo? ¿Cuál es su liga particular, esa expresión que tanto gusta a muchos técnicos y jugadores? La verdad es que no se sabe del todo o, quizá mejor, se desconoce en absoluto. A estas alturas resulta difícil fijar el sitio que corresponde. Los contrincantes aseguran siempre que todo es un mal pasajero y que vendrán los días de sol y lucimiento pero quien reina ahora en el patio es la confusión y la desorientación total. Por supuesto que más de un pesimista estará convencido de que con salir del atolladero y mantenerse a flote es bastante. Y seguramente tiene razón viendo la mediocridad y el poco fuste del juego en los dos últimos partidos en los que apenas surgió un punto de genialidad o chispa. Se perdió el pellizco. Esperemos de todas formas que alguien lo encuentre aunque sea a la vuelta de la esquina y sólo haga cosquillas.
Controles a media noche en el ciclismo
Con este texto titulaba ayer el diario “El País” una información en la que daba cuenta de cómo en Italia algunos ciclistas han tenido que pasar un control de drogas a media noche. Y aunque hay quien está de acuerdo porque ello limpia su imagen, el temor de muchos de ellos es que estas actuaciones se realicen en plena competición, lo que les privaría del derecho al descanso.
Alevines en huelga en Italia contra sus padres
Si los padres, al exigir a sus hijos grandes esfuerzos en el aprendizaje de un deporte, están ayudándoles o, por el contrario, se aprovechan de ellos es un debate permanente en el que muchas veces no se sabe dónde está el término medio. Sin embargo algunos niños sí parecen tenerlo claro y se han manifestado con pancartas que decían: "Padres: dejad de pelear, dejadnos jugar". En Italia, un grupo de niños se han sublevado contra sus progenitores.
4 de febrero de 2008
Alcalá de Guadaíra, 1; Real Jaén, 0
