285.- RIGIDEZ

Todo transcurría sin alegrías, sin soltura, aunque luego llegara el gol de la victoria

Aunque al final todo fueron abrazos, apretones y amistades porque por primera vez en lo que va de temporada el equipo ofrece un aire de ventisquero optimista al retirarse un poco más de los puestos de descenso, no vayan a creer quienes no asistieron al partido del Real Jaén ante el Lucena que las cosas sucedieron de manera relajada o aliviada. Antes al contrario, casi desde el primer momento un ambiente de rigidez y tensión se adueñó de los pensamientos y las conciencias de jugadores que no veían manera de ganar el partido y, salvo un momento único, parecía que solo querían hacerlo a la espera de un autogol de los contrarios. Todo transcurría sin alegrías, sin soltura, aunque luego llegara el gol de la victoria. Los jugadores proyectaban una imagen de alta tensión, de rigidez. No había manera de inventar jugadas o echarle imaginación al asunto. Comentaba en el descanso un buen aficionado, José Fajardo López, que el partido avanzaba y evolucionaba, decía, embarullado, dando la imagen de excesivo respeto mutuo entre los equipos. Había empezado tirante y así seguía y seguía según avanzaba el reloj. Por no haberse decidido el resultado en su momento, el final no pudo ser más severo, agarrotado o entumecido. Tenso y rígido, con una tirantez final excesiva. Y hablando de rigidez, uno puede entender que haya controles estrictos de seguridad en los rincones nucleares, limitación de movimientos en aquellos lugares en los que se puede poner en peligro la vida de la gente, incluso en terrenos en los que el de fuera puede interrumpir un negocio o una conversación de alto interés pero ya resulta sumamente exagerado que a un ciudadano, que solicita cortés y educadamente un par de minutos para saludar a un viejo amigo, en este caso el alcalde de Lucena, se le impida el acceso al rincón del estadio en el que el club agasaja a los visitantes durante el descanso del partido. Ni siquiera con el requisito de ir acompañado de un guardia de seguridad, que la prudencia es buena consejera, porque las órdenes son que nadie y en ningún caso ni circunstancia pueda acceder al sancta sanctórum del club. Discutible y campechano estilo, que bueno es saberlo para evitar otro desaire.  Y es que,  como dice el  mordaz y socarrón escritor inglés Wodehouse, no se puede ser demasiado rígido en la vida sin cortejar el desastre, que es como el hombre cazado en el momento de echarle agua a la leche del gato. 

AÚN PENDIENTE EL FICHAJE DE CLEMENTE POR IRÁN
El entrenador Javier Clemente, reclamado por la Federación de Irán para el cargo de seleccionador nacional, lleva un tiempo negociando esa propuesta. Según manifiesta el interesado, el único motivo de desacuerdo es la pretensión persa de que viva allí. Él pretende seguir viviendo en España. Curioso resulta ver a Clemente viviendo en el país del chador y la policía de la virtud. 

EL PRESIDENTE ATLÉTICO  CON LA CAMISETA DEL MADRID
Cuando el fútbol, en principio un deporte de competición, se transforma en mística, empiezan a surgir demonios familiares por todas partes. Es lo que le ha ocurrido al presidente del At. de Madrid que ha tenido que pedir perdón por haber sido fotografiado con una camiseta del Real Madrid. Escaso nivel humano y cultural demuestran quienes se lo han exigido. 

3 de Marzo de 2008
Real Jaén, 1: Lucena, 0