Lo que de verdad nos importa en este momento es saber si el equipo tiene solidez para ser de los grandes del grupo
Por supuesto que no se trataba de una final europea. Tampoco una española y ni siquiera andaluza pero era importante. El partido que jugaba el Real Jaén ante el San Fernando, un equipo recién ascendido este año, podía interpretarse en principio como un encuentro más de una larga competición, como otros muchos en los que se disputan tres puntos por conseguir la victoria. Es lo que seguro pensaban quienes se acercaron a La Victoria, ajenos al proceso que el equipo ha venido desarrollando en las primeras jornadas: vamos a ver si ganamos, ¡ojalá!, y ya está. Sin embargo para los seguidores fieles las cosas no eran ni fueron tan simples como parecía a primera vista: como esas personas que dicen “no, si a mi el dinero no me importa, lo que yo necesito es trabajar para sentirme útil y llenar mi vida”, pues era parecido a lo de ayer. Como si los aficionados hubiésemos comentado algo así como “no, si a nosotros hoy los puntos, (¡claro que nos importan y mucho! pero que si se pierden aun es pronto y ya se recuperarán) pero nos interesan como menos; lo que de verdad nos importa en este momento es saber si el equipo tiene solidez para ser de los grandes del grupo y lo de las primeras jornadas no ha sido un sueño; que si, tras dos semi-fracasos o semi-triunfos según vea cada uno la botella, está suelto, tiene auto-confianza y garantía suficiente; vamos, si ofrece, ahora que está de moda la palabra con eso de la crisis, confianza; que ya sabemos que se va a perder más de un partido, y también que el entrenador Terrazas hablaba de la décima jornada como un referente, pero conviene ir viendo por donde van los tiros...” Por eso se sabía que el de ayer iba a ser un partido enormemente sicológico en cuanto al ánimo de muchos aficionados según funcionara el juego y el talante futbolístico. Abandonado ya el cielo de los dioses, que nos ha hecho gozar de lo lindo y sentirnos los más importantes del mundo, necesitamos que siga una línea, tal vez quebrada, pero serena y madura. Es lo que dicen los sicólogos cuando hablan de las necesidades de los seres humanos y señalan aquellas de ámbito sicológico como la autoestima que nos empuja a mirar adelante con seguridad. Y es lo que dicen aseguraba el premio noble de Química H. Stein con lo de que “hay que tener aspiraciones elevadas, expectativas moderadas y necesidades pequeñas”. Vendrán más partidos simbólicos como éste pero ayer vimos un anticipo.
LOS PADRES DE PUERTA DEMANDAN AL SEVILLA
Los padres del infortunado jugador del Sevilla fallecido el año pasado, Antonio Puerta, andan a la gresca con el club y estudian demandar al Sevilla con 240.000 euros por "daño moral". Ya sabemos que los duelos con pan son menos, pero la proliferación de personas dispuestas a cubrir con dinero sus desgracias es un síntoma de bajeza moral colectiva.
DJOKOVIC SE EMOCIONA CON LAS MODELOS DEL MÁSTER DE MADRID
Ha empezado a jugarse en Madrid el Máster masculino de tenis, aquel que generó una agria polémica por buscar modelos como recogepelotas, y que luego se solucionó con muchachos en el femenino. Y el tenista serbio, Djokovic, al verlas, ha lanzado un ¡Viva España! pletórico. Claro, que deberá cuidar su concentración en los partidos.
13 de octubre de 2008
Real Jaén, 1; San Fernando, 1.
