327.- CRÓNICA MENOR

Era un partido que ya habían visto en más de una ocasión

Algunos seguidores comentaban ayer a la salida del partido del Real Jaén ante el Marbella algo así como que era un partido que ya habían visto antes, en más de una ocasión, como la repetición de un espectáculo. Incluso este mismo año: que si un primer tiempo en que el equipo ha salido como dormido y con más errores que aciertos; que luego ha  sumado más la fuerza del corazón que la de la razón; que si el árbitro no ha pitado lo que debía y parece que ha querido compensar pero ya sin fortuna; que dejar las cosas para el final es una equivocación imperdonable porque luego pasa lo que pasa... En definitiva, un partido más en la carrera hasta Mayo, que ha desfilado sin demasiada relevancia y que únicamente se recordará si luego, al final, tuviese alguna consecuencia manifiesta para el golaveraje. No fue un partido de gloria y de los que se inscriben con letras de oro, ni siquiera de plata. Casi podría decirse que fue un partido burocrático y oficinesco, vibrante por supuesto por la incertidumbre del resultado pero que, al salir del campo, deja un regusto amargo y como atravesado. Además con el agravante de haber ofrecido, antes de jugarse, unas posibilidades de clasificación especialmente atractivas. Porque una vez más –y ya van demasiadas- las cábalas previas mostraban la posibilidad de entrar de una vez por todas entre los mayores de los sobresalientes de la clasificación, un partido de esos que se presentan ofreciendo una subida espectacular, de los que ofrecen resultados y consecuencias mayores a la de los tres puntos en juego, de ocasión. Pero que nada. Observando en las conversaciones de la puerta, daba la impresión de que, como en la mili y en otras organizaciones obligatorias, un día menos, un partido menos. La otra cara sin embargo de la moneda es luego cuando el socio llega a casa, pone el teletexto, acude a la clasificación y se encuentra al equipo en el tercer lugar de la tabla, dentro del grupo de los privilegiados. Y con esta realidad palpable se dice a sí mismo que la verdad no ha sido para tanto, que a pesar de todo el equipo sigue arriba de manera honorable. Lo malo es la pregunta de si podrá demostrar categoría cuando en verdad haga falta, si será como el diálogo de la vieja revista de humor de La Codorniz: El pescador al guarda. “¿Puedo pescar aquí?”; “Sí, señor”; “Quiero decir que si saco algún pez no será delito ¿verdad?”; No, señor, será un milagro.

EL JIENNENSE GREGORIO MANZANO LO TIENE DIFÍCIL
Muchos problemas ajenos a su dirección deportiva está sufriendo nuestro paisano Gregorio Manzano en su calidad de entrenador del Mallorca. Tras unos años de un trabajo estupendo, el verano pasado sufrió el desarme de la plantilla y ahora la compra y venta de la entidad. Sólo cabe confiar en su ponderación, sabiduría y prudencia. 

ENTRENADORES ESPAÑOLES DE MODA EN EL MUNDO
En cuatro países europeos los equipos líderes están dirigidos por entrenadores españoles: España (Barcelona, Guardiola); Inglaterra (Liverpool, Benítez); Grecia (Olympiacos, Ernesto Valverde); y Portugal (Benfica, Sánchez Flores). En Turquía el Fenerbahçe, dirigido por Luís Aragonés, está a dos puntos del líder.  

22 de diciembre de 2008
Real Jaén, 1; Marbella, 1