330.- EL PARTIDO SOÑADO

Acudimos al campo para ver un partido mientras soñamos otro

Con ocasión del final de la primera vuelta, los estudiosos del Real Jaén se han dedicado a exaltar algo vivido muy intensa y dolorosamente por los aficionados: cómo la grandeza y el señorío de ser uno de los privilegiados en la clasificación no obedece a los méritos ofrecidos en la Victoria sino a lo producido en otros campos; que uno es el equipo que juega fuera y otro el que lo hace en casa. Sabemos que el Real Jaén, cuando juega a domicilio, hace un fútbol espléndido, bello, inteligente y ajustado a los buenos y verdaderos cánones del fútbol, que fuera es un equipo que se transfigura y va dejando rastros de preciosismo por donde pasa. Y esto naturalmente nos anima, nos engancha y, además, nos mantiene arriba en la clasificación Y ¡claro! así cualquiera deja de acudir al domingo siguiente a La Victoria. Pero entonces como si un hada maligna entorpeciera le hermosura de la vida, las lanzas se tornan cañas y no hay manera de ganar como Dios manda. Y esto nos está montando un lío sicodélico y una fractura sicológica de tal calibre que vamos a acabar por explicar nuestra esencia futbolística giennense con frases del tipo de las que leía don Quijote: «La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura». Acudimos al campo para ver un partido mientras soñamos otro. Casi sin darnos cuenta bajamos a La Victoria más empujados por lo que deseamos recordar y soñar de los partidos que nos cuentan, lo que nos lleva a una esquizofrenia futbolística la mar de interesante porque presenciamos un partido y soñamos otro, que también tiene su encanto. Y si no que se lo pregunten a tantos adultos que siguen creyendo en los Reyes Magos de Oriente. Ayer en el partido ante el Écija volvió a mezclarse lo vivido y lo soñado. Pero no debe importarnos porque así el marco de los sueños se alargará casi hasta África (jugamos en La Línea) y dentro de quince días volveremos a vernos de nuevo, incluso más acompañados y con más gente, a vivir el sueño de un partido espléndido que el Real Jaén jugará y ganará el próximo fin de semana. Ya lo dice Antonio Machado con aquello de: “Yo voy soñando caminos / de la tarde. ¡Las colinas / doradas, los verdes pinos, / las polvorientas encinas!... ” Y, aunque no sería malo que de vez en cuando una de realidad positiva nos endulzara una tarde de estas, esperemos, y sobre todo soñemos, en que será así. 

EL JUGADOR DEL ESPAÑOL KAMENI SE ENFRENTA A UN AFICIONADO
Una grave cuestión (ética, estética, social... etc) que por su complejidad y consecuencias todo el mundo evita plantear es la actitud de los espectadores ante los artistas o profesionales que actúan en público porque esa es la condición de su trabajo ¿Se les puede vilipendiar, injuriar o escarnecer impunemente? ¿Es lo mismo la crítica que el insulto? 

JUGADOR DE HOCKEY SOBRE PATINES CONDENADO A CÁRCEL 
Otro suceso que plantea también un verdadero dilema: dilucidar si los llamados “lances del juego” pueden o tienen que ser juzgados penalmente, si la patada al adversario hecha con intención encierra debe pasar por un tribunal ordinario, sobre todo cuando las lesiones necesitan de muchos meses para su curación. ¿Basta con castigar al agresor a no jugar unos cuantos partidos de competición? 

12 de enero de 2008
Real Jaén, 0; Écija 0 

(Se jugó un partido lamentable)