334.- LA RECOMPENSA

El problema se nos plantea cuando no nos llega o no nos alcanza el premio esperado

Dicen los sicólogos que toda nuestra conducta está motivada por el interés, que es éste el que dirige las respuestas que damos a todos los asuntos que se nos presentan y el que mueve nuestra atención en un sentido o en otro. Por eso, cuando algo deja de importarnos, le damos la espalda y miramos para otra parte, aunque sí que estamos atentos a todo los que nos concierne. Cuando acudimos al campo de fútbol a presenciar un partido de nuestro equipo, lo que en verdad vamos buscando es nuestro propio interés: en este caso el de pasar un buen rato y disfrutar con el triunfo, mejor aun si hay buen juego, de los nuestros. Luego, en segunda instancia, también nos incumbe, y mucho, que se consigan puntos pensando en una clasificación final que permita mayores honras y mejores alegrías futbolísticas. Lo bueno de esto es que el interés de todos los participantes –protagonistas, técnicos y público- coincide plenamente y de esa manera miel sobre hojuelas porque la satisfacción de unos y otros es compartida y de esa manera más intensa y más vivida. El problema se nos plantea cuando nos movemos por lo que nos atrae y luego no recibimos lo que esperábamos, cuando no nos llega o no nos alcanza el premio esperado, la recompensa, que es el pago que recibimos por habernos interesado en alguna cosa. Si tras habernos volcado en algo nos quedamos a dos velas, si después de habernos desplazado al campo, en este caso a La Victoria, no hemos obtenido ninguno de los beneficios buscados, es cuando acude el malhumor, el disgusto y el desasosiego. No fue éste el caso afortunadamente del partido del Real Jaén ayer. Era desde luego una situación de partida compleja y peligrosa porque se entendía que ya era la hora de que el equipo se luciese con un triunfo ante los aficionados. Además del objetivo de la clasificación, que es a fin de cuentas algo teórico y conceptual y a medio o largo plazo, los seguidores necesitan también un disfrute inmediato y cercano que le lleve la alegría compartida con los demás presentes y esa es la retribución en especie que se espera en un campo de fútbol. Hubo recompensa ayer en los dos sentidos, el del triunfo y el de los puntos para el futuro. Nos asegura con acierto Antonio Oliver que “tener razones para hacer las cosas es más importante que tener medios”. Pero no importa que disfrutemos de ambas cosas y nos llevemos la sonrisa de indemnización para casa. 

EL MEJOR NADADOR DEL MUNDO CON PROBLEMAS
Todos cuentan alarmados que el norteamericano Pheelps, después de ganar ocho medallas de oro en los últimos Juegos Olímpicos, se ha dado a la buena vida, ha dejado los entrenamientos y hasta ha tomado algo de marihuana. Pero, aunque lo de la droga no está bien, habría que felicitarle por haber descubierto que, más allá del puro sacrificio, hay alegría, amores y otras muchas cosas agradables que desconocía. 
  
PELÉ DICE QUE QUIERE SER CANTANTE
Ser artista en cualquiera de sus modalidades es una virtud que afortunadamente poseen muchos seres humanos. Salvados algunos genios cuyas cualidades arrasan en cualquier ambiente, por lo general son las circunstancias externas como la publicidad las que determinan el triunfo o el fracaso. Y él ya tiene mucho camino recorrido. 

Publicado el día 9 de febrero de 2009
Real Jaén, 1; Granada-74, 0